Ser feliz a priori es algo fácil, pero a menudo la vida de estrés que llevamos, la tristeza, el miedo y otras situaciones, nos alejan de esa felicidad. Entonces entran el coaching y la inteligencia emocional, que pueden ofrecernos herramientas y recursos internos para aumentar el bienestar, la autoestima y la motivación. Descubre cuatro razones por las que el coaching y la inteligencia emocional son claves para ser más feliz en tu día a día.
Eres más dueño de tu destino
El Coaching incluye varias metodologías, y una de ellas es el arte de hacer preguntas abiertas y en positivo. Por ejemplo, estás en un atasco y te preguntas: “¿Yo merezco este desastre de día?” Puedes cambiar la pregunta por algo abierto y en positivo: “¿Qué puedo hacer para sentirme bien y aprovechar el tiempo hasta que acabe el atasco?”.
- ¿Te gustaría que tu equipo estuviera más motivado? vs ¿Qué quieres conseguir con tu equipo? ¿Para qué?
- ¿Estás desmotivado? vs ¿Qué te desmotiva? / ¿Cuán motivado estás del 1 al 10? ¿Qué te llevaría a subir del x al 10?
¿Por qué ayudan a ser más feliz? Las preguntas que hace el coach permiten enfocarse en lo que está en nuestra mano, o ayudar a otros a hacerlo. Nada como tener la capacidad de centrarse en lo que uno puede lograr y no tanto en lo que no se puede cambiar, para poder ser feliz.
Pasas de la teoría a la acción
Otra de las claves del coaching es que ayuda a la persona a salir de la posición de víctima (‘me pasa esto’, ‘soy así’…) y a saltar a la acción para lograr cambios reales. El enfoque no está tanto en el pasado como en el futuro, ni tampoco está en analizar el problema, sino sobre todo en dirigirse hacia la solución.
- ¿Qué vas a hacer para cambiar las cosas?
- ¿Cuándo empezarás?
- ¿Cómo lo celebrarás si logras x resultado?
Para ser feliz, no basta con tener ideas de cómo lograrlo, es fundamental pasar a actuar. Tener un trabajo satisfactorio, vivir la vida que quieres, conseguir metas… eso es pasar de la teoría a la práctica, y es lo que permite ser feliz.
Aprendes a gestionar mejor tus emociones
La inteligencia emocional es fundamental para poder enfrentarse a situaciones con emociones intensas, ya sean positivas o negativas. Por ejemplo, si vives una pérdida de un ser querido, un fracaso laboral, un cambio significativo en tus ingresos u otros cambios drásticos, ¿cómo lidiar con ello para poder ser feliz y no perder funcionalidad?
La gestión de emociones es crítica en momentos extremos de la vida, como por ejemplo para hacer el duelo ante la muerte de alguien importante, pero también es elemental en el día a día cotidiano. Por ejemplo, para gestionar un conflicto en la empresa, para mantener la calma en un atasco, para poder preparar una reunión el domingo por la tarde si tu hijo pequeño no para de llorar…
Aumentas tu empatía
La inteligencia emocional tiene dos impactos principales: en uno mismo y en los demás. Afecta al punto anterior de cómo lidiar con las propias emociones, y también repercute en las relaciones interpersonales. La empatía permite que las personas se escuchen unas a otras, se preocupen por combinar sus intenciones con las de los demás… Te hace más feliz porque permite una convivencia satisfactoria para todos, y porque libera del egoísmo, motivando el trabajo en equipo, la cooperación, el sentido de pertenencia, la confianza, etc.