Dicen que las personas, tras ganar la lotería o sufrir un accidente con secuelas, al cabo de pocos meses retornan a su estado previo de felicidad. Si estaban siempre tristes antes de ganar el Gordo, el dinero no sirve para acabar con ese vacío interior, y tampoco acaba con la alegría interna un accidente que te deja en silla de ruedas, por difícil que pueda parecer. ¿Pero qué hace que algunos puedan ser felices en circunstancias adversas y otros no terminen de estar bien pese a que lo tienen todo? La respuesta está siempre dentro, en la actitud de la persona, sus hábitos, habilidades y elecciones más íntimas. Descubre 4 claves de desarrollo personal para ser feliz.
1. Céntrate en lo que depende de ti
Una de las lecciones fundamentales del desarrollo personal es aprender a aceptar lo que no está en nuestra mano, y a poner el foco en lo que sí podemos cambiar.
Esto es fundamental para evitar frustraciones, para maximizar esfuerzos y no perder energía, además de que ayuda a la autoestima, al éxito y a la felicidad.
2. Cuida tu bienestar físico
No hay una única receta para cuidar el bienestar, aunque en líneas generales todos por sentido común sabemos cuáles son esos aspectos clave: deporte, descanso, alimentación saludable y demás.
Aquí tienes una receta original que puede servirte de inspiración para no olvidarte de esos aspectos importantes que a veces en el día a día pasamos por alto: hidratarnos, ejercitarnos, reír, cantar…
1 hora de ejercicio
2 litros de agua
3 tazas de té
4 frutas
5 comidas
6 canciones que inspiren
7 minutos de risa
8 horas de sueño
9 páginas de un libro
10 minutos de reflexión
La clave no es obsesionarse con seguir estas pautas, sino sencillamente revisar cada día si estamos cuidando en grandes líneas nuestro bienestar, porque si no acabará por pasarnos factura en la salud, en el desgaste emocional, en la productividad y en las relaciones interpersonales.
3. Gestiona tus emociones
Hay un error habitual que es pensarse que controlar las emociones es positivo, cuando la clave no es reprimirlas sino aprender a gestionarlas, manejarlas, administrarlas. Si se controlan de forma rígida y con imposición racional, las emociones acaban saliendo al cabo de un tiempo, a través del cuerpo o de un síndrome de burnout por ejemplo.
4. Márcate objetivos
Uno de los retos que nos podemos encontrar es saber dar con el equilibrio entre tener metas y saber aceptar, agradecer y disfrutar. El secreto está en saber disfrutar mientras se avanza, marcarse objetivos sin apegarse a ellos. Las metas son esenciales para avanzar en la vida, y para tener un sentimiento de reto que nos haga impulsarnos y motivarnos, pero no deben ser demasiado difíciles y es fundamental que sean SMART.
Con todo, márcate un rumbo, pero no olvides disfrutar del camino.
¡A ser felices desde ya! Depende de nosotros, ¡feliz día!
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