Una comunicación disfuncional lleva a mucha infelicidad y afecta de manera significativa a la productividad diaria. Por desgracia, la comunicación asertiva no es una asignatura que se enseñe en el colegio, y es muy común que haya problemas y malentendidos en el día a día personal y profesional. Por suerte, se puede solucionar si se cuenta con los conocimientos y las herramientas adecuadas. ¿Cómo aprender a comunicar de manera asertiva?
Comunicación asertiva vs comunicación agresiva
La clave de la comunicación es transmitir un mensaje de un emisor a un receptor. Sin embargo, algunas veces las personas por problemas de gestión emocional pueden descargar con su mensaje toda una serie de cargas emotivas como ira o resentimientos. Por ello es tan importante aprender a manejar las emociones, y desarrollar el hábito de comunicar de forma asertiva.
El error de callar
Algunas personas piensan que para evitar el conflicto y la agresividad es mejor guardarse lo que piensan realmente y ser políticamente correctos. En ocasiones, si el tema no es importante o el daño puede ser mayor, puede que esta sea una estrategia adecuada. Sin embargo, a menudo acumular sentimientos o pensamientos sin expresarlos, viviendo en una realidad falsa, tiene un impacto negativo en la autoestima, la motivación y por supuesto la calidad y confianza en las relaciones humanas.
Sin caer en la agresividad pero sin aprender a ser asertivos, podemos cometer el error de ser pasivo-agresivos. Esto ocurre porque las personas no consiguen acumular sus sensaciones, sentimientos y pensamientos desagradables por mucho tiempo. Igual que el aparato digestivo tiene un sistema de eliminación de residuos, la mente también necesita limpiarse de vez en cuando.
Sin caer en la agresividad pero sin aprender a ser asertivos, podemos cometer el error de ser pasivo-agresivos.
Si no se expresa y procesa una emoción, puede acabar en un secuestro emocional puntual, en el momento menos esperado. También puede ocurrir que la persona pague con alguien su malestar, y cometa una injusticia de criterio, por haber acumulado un malestar previo por otra circunstancia similar.
La asertividad es una habilidad que consiste en expresarse de manera eficaz, respetando a los otros y a uno mismo. La capacidad de ser asertivo permite defender las propias ideas, cuidar la autoestima y tener relaciones interpersonales sinceras y funcionales. Cuando esto no se consigue, si hay falta de asertividad, es cuando aparecen desequilibrios en las interrelaciones, y se abre paso a una posible agresividad verbal o física.
¿Cómo son las personas asertivas?
- Comunican con claridad y respeto sus deseos, necesidades, posiciones y límites a los demás.
- No evitan defender sus puntos de vista u objetivos, ni tampoco tratan de evitar que los demás piensen o sientan a su manera.
- Están abiertos tanto a los cumplidos como a las críticas constructivas.
Para ser asertivo en tu día a día, asegúrate de construir las frases de manera objetiva, diferenciando el hecho de las personas, y la realidad de tus interpretaciones. Además, procura dejar espacio para que las otras personas expresen sus puntos de vista.
¿Quieres practicar más la asertividad en tu vida diaria?
Descubre nuestro curso de gestión emocional, que te enseñará las claves para aprender a entender y canalizar tus emociones. Así podrás evitar malentendidos y conflictos, y sacar lo mejor de ti en tu vida personal y profesional.