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Ya puedes querer intentar o intentar querer… simplemente, sucede. No busques explicación y no expliques intuición, va más allá de tu comprensión. Ella está, vive, habita, es esencia, energía, conecta, vibra, mueve, calma, transmite paz, serenidad y amor, ella es. Siempre está presente, nunca te abandona aunque a veces no la veas, aunque a veces no la sientas y aunque a veces la olvides, ella es tu incondicional, tu amor eterno, tu amor soñado, tu amor admirado. No aparenta, no exagera, no menosprecia, no provoca rabia, miedo, ni tristeza. El alma observa, el alma sabe, el alma es. Va más allá del conocimiento, del tiempo y del espacio, pura esencia, pura sabiduría, en cada segundo y a cada momento, sólo tienes que conectar con ella, siempre está. No te nubles, no bloquees, no te ciegues, déjala vivir, déjala saber, déjala ser. No mates tu alma.
La mirada es el espejo del alma. Me miró, le miré y simplemente, conectamos. Sin tiempo y sin espacio, sin lugar y sin medida, en el infinito universo de las eternas posibilidades, conectamos dos seres humanos comprendiendo el dolor y el camino que nos había llevado al instante actual, compasión y comprensión, honestidad y amor sin necesidad de palabras, sólo con una mirada sentimos nuestra esencia y nuestra existencia. Comprendimos el momento presente y el camino recorrido, la mente habida y habitada, el observador presente.
Momentos únicos, momentos extraordinarios, momentos mágicos.
Pase lo que pase, nunca estás sólo, ella siempre está. Busques lo que busques allá fuera, párate un momento, respira profundamente, observa y siente lo que hay dentro de ti… ¡encontrarás aquello que tanto buscas fuera!
Lo mejor, no sólo de este planeta, sino del universo entero, está en ti y está contigo, siempre, tu alma, tu esencia, tú. No te olvides de ti. Fuiste, eres y serás lo mejor que nunca tendrás.
¡Deja de buscar y empieza a apreciar!
María Gilabert Hernando